Chañar Ladeado cumplió hace pocos días sus 129 años de vida y Somos Campo visitó a Marcelo Muratori, Director del Museo Comunal para saber cómo vivian los primeros pobladores, pero especialmente, cómo fue el desarrollo agropecuario de aquella “incipiente” aldea.
Para saber de la historia hay que recurrir a lugar específicos, pero también es clave conversar con las personas indicadas. Justamente decidimos entrevistas a Marcelo Muratori que sin lugar a dudas es quien más saber de la historia de Chañar, conocimientos que adquirió a base de estudio, profesionalismo y especialmente, pasión.
“Desde el museo comunal hemos rescatado las fotografías, donde vemos la evolución del trabajo agrícola, primera función económica de la región. Los colonizadores eran agricultores de Italia y Yugoslavia, por otra parte los españoles se especificaban en ramos generales o comercio, por ello decimos que fue todo un acompañamiento, se encontraban en un punto estratégico de la provincia y al surgir la posibilidad de comprar tierras lo hicieron en conjunto”, explicó.
Por su parte, nos comentó lo que fueron los primeros asentamientos en el distrito: “Las primeras casas se hicieron como trincheras, realizando pozos elevando el espacio con las paredes de paja, hasta levantar con ladrillos propios sus hogares”.
Otra de las actividades que recordó el Profesor de historia, fue la del herrero, los primeros acompañaban a los agricultores que tenían la dura tarea de romper la tierra virgen de la pampa húmeda, con arado tirado a caballos. Sin dudas era un “trabajo arduo” que necesitaba de herramientas fuertes.
“Con el arado se fue tecnificando el laboreo, luego vinieron cosechadoras con tremendos tractores a vapor, que con un sinfín tiraban a la trilladora. Antes de la llegada del ferrocarril aquí, se llevaba la producción en carro a San José de la esquina, con un viaje de un día”, analizó.
Así mismo, explicó que desde el comienzo hubo “mucha agricultura y poca ganadería”. Con respecto a esto, dijo a los pobladores les servía solo para el consumo propio pero la actividad fundamental era el agro y a medida que fueron llegando inmigrantes y hubo mayor posibilidad tecnológica, se incrementaron lino, maíz y trigo.
Combate de las Langostas
Sobre este tema puntual que fue el peligro más grande que sufrieron los colonos de aquellos primeros años, Muratori nos relató los detalles de cómo se trabajaba para combatir la plaga y salvar la cosecha.
“Cuando venía la bandada de langosta se comía todo tanto en el pueblo como en la chacra, se combatía con fuego y con chapas sobre los lotes e incluso se formó una comisión de defensa agrícola de vecinos que intentaban evitar este flagelo”, narró el profesor.
En el museo local se encuentran lanzallamas que se utilizaban y relatos de diferentes colonos que explicaron cómo fue su experiencia y sobre todo el sacrificio que llevaba volver a sembrar por la cosecha perdida.
Chañar Ladeado se formó como los demás pueblos de la región a base de esfuerzo y sacrificio, con un motor fundamental que fue la actividad agropecuaria. El Museo de Chañar alberga muchísimos testimonios y elementos para poder revivir en carne propia el pasado, pero además, pueden visitar sus redes sociales, con un gran trabajo de digitalización que permite viajar un poco al pasado y rememorar esos momentos.
Nota Completa: