“Se nota un deterioro que va avanzando día a día, manchones afectados, fallas de nacimiento, semillas que germinaron y asomaron apenas. Esto va a medida que el tiempo apremia, se va a verán afectados el rendimiento y la calidad”, explicó inicialmente el profesional.
Continuando con el escenario del trigo, detalló que las horas de frio “están cubiertas” y que ya se llegó a la etapa de encañazón, que se realizará con bajas condiciones de humedad y los macollos se van a ir quedando.
“Todavía los daños no son alarmantes pero si se hacen cuantificables en algunos lotes en mayor o menos medida, es prematuro dar un porcentaje de pérdida. Las fertilizaciones hechas de base aportaron muy poco al cultivo debido a la falta de agua en la superficie y las complementarias serán poco eficientes”, señaló.
Por otra parte, explicó que se plantea “un signo de pregunta”, sobre qué sucederá con la lluvia para los cultivos posteriores al trigo. Sobre esto, manifestó que “se está planteando como alternativa secar los trigos” y dejarlos como cobertura para pasar a una siembra temprana de soja o maíz.
“A 20 días del comienzo de la siembra de maíz estamos con humedad 0 en la superficie, en la medida que no tengamos una lluvia importante, se irá relegando. Si bien las variedades que se cultivan son plásticas en cuanto a la fecha de siembra, ya que permiten atrasarla”.
Clima a lo largo del tiempo
Le consultamos al técnico agrónomo sobre cómo afectó el cambio del clima en los últimos tiempos y sobre todo el régimen de lluvias, que sin lugar a dudas fue variando. El Ingeniero nos explicó sus vivencias y lo que le sucede al suelo con esta problemática.
Recuerda con nostalgia cuando escuchaba a su padre y a productores de la época sobre las procesiones para la “Fiesta de Saladillo”. Todos los 23 y 24 de septiembre, marchaban para pedir que llueva, “son cosas que quedan grabadas”, narró.
“Si nos retrotraemos en los registros típicamente de la región, tiene un régimen de lluvia particular con dos picos a lo largo del año, lluvias fin de verano inicio de otoño y las otras fin de primavera, inicio de verano. Los famosos vientos de agosto cambian la circulación del aire a nivel de altura, que traen las nubes cargadas de humedad y comienzan las lluvias de primavera”, explicó.
Referido a esto, Grana dijo que el cambio climático y el calentamiento global han llevado a “situaciones cambiantes”, como los fenómenos que vimos este último período en zonas con tormentas intensas o el mismo del periodo de seca actual. Retrotrayendo 3 o 4 años atrás teníamos agua donde mirábamos y en junio o julio seguía sin levantarse la soja o el maíz.
“La faltante de agua es a nivel superficial y subsuperficial, en profundidad la napa esta a 1, 20 o 1,50 mts, no estamos necesitando una excesiva cantidad de agua. Los procesos biológicos que se dan a nivel de suelo ante la falta de agua se relentizan y los controles de malezas y plagas que serian necesarios hacer se complican x q las condiciones no son favorables”.
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