El tratamiento de los efluentes porcinos se ha convertido con el paso de los años en una solución clara para muchos productores. La utilización como fertilizante y la creación de biogás para abastecer energía son dos ejemplos puntuales de que la cosa funciona.
“Sobre el tema hay una variabilidad muy grande que tiene como principal factor el agua, en la cantidad que utiliza el establecimiento, se ve influenciada la dilución de los componentes a usar, ya sea destinado a la creación de energía o para nutrición de suelo”, explicó el profesional.
Así mismo, subrayó que en ese aspecto, mientras más agua se utilice en los criaderos más dilución habrá y por ende, arrojará como resultado “menos nutrientes y materias orgánicas”.
Con respecto a la fórmula de aplicación en los lotes, el ingeniero habló de los parámetros que establecen sus colegas Sosa y Pegoraro, del Inta Marcos Juárez. Aquí se tendrá en cuenta la demanda de nutrientes del cultivo, cuántos tiene el suelo y cuántos posee el efluente.
“Los nutrimentos que están muy diluidos con agua, serán destinados a 50 mtris cúbicos de efluentes por hectárea. Cuando son valores más concentrados con un proceso de decantación, la cantidad a desparramar será menor”, expuso.
Además, narró que “el momento a aplicar es importante”, ya que se debe manejar el efluente como los fertilizantes químicos, o sea “aplicar cuando no hay volatilización, horas cercanas a las lluvias, para que se incorpore fácilmente el nitrógeno y la tecnología a utilizar.
Por otro lado se refirió a la producción de energía: “El biogás es una tecnología nueva, en muchos países se utiliza hace varios años. En argentina llevamos 12 o 13 años de biodigestores en una escala que pasa de lo experimental hacia lo agroindustrial”.
Sobre esto, destacó que hay demanda de productores de cerdo y sostuvo que en la zona de Chañar Ladeado y alrededores, hay varios productores están empezando a implementarlos, para “generar su propia energía”.
Una Mirada hacia la Flora
El profesional trabajó hace tres años, en el análisis de la situación de los árboles en zonas bajas, buscando respuestas a la problemática del agua. Teniendo en cuenta la sequia que reina en toda la región, le consultamos cómo está la situación.
“Realizamos ensayos en zonas bajas donde se concluyó que si al árbol uno lo cuida al igual que los cultivos, el ejemplar da buena respuesta, en cambio si se descuida, vemos grandes pérdidas”, señaló.
Finalmente agregó que si el objetivo del productor es colocar ejemplares en una zona baja del lote para realizar pastura, la respuesta que obtendrá sin lugar a dudas, no será apropiada.
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