Sorteando los excesos hídricos y con buen tiempo, se aprovechó para terminar la siembra de soja de primera. Estaba pendiente un 10% de área y parte de las resiembras que entre sectores y lotes afectados totalizaron 500 mil ha.
Ha sido una implantación muy difícil, entre el temporal de lluvias y el granizo se han multiplicado los problemas. Según indica la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, la germinación ha sido despareja, los stands de plantas están lejos de las óptimas condiciones que se observaban en la campaña pasada.
A vez, las temperaturas frescas no estimulan el crecimiento de las plántulas, y el mal tiempo de noviembre dio por el piso el trabajo de control de presiembra que se venía haciendo de malezas.
Parietaria, yuyo colorado, sorgo de Alepo, escapes de rama negra han vuelto a los cuadros. En relación a campañas anteriores, hay más lotes con problemas de malezas.
Por otro lado, se ha detectado plagas como bolillera, Anticarsia, medidora, Megascelis, y hasta grillo topo. Al combo de problemas se suma el complejo fúngico damping-off.
¿Puede haber más problemas? Sí, en zonas bajas hay problemas de fitotoxicidad por acumulación de herbicidas residuales. Es un momento de gran presión para la soja, por eso los técnicos están en alerta.
Este año, con menos plantas por metro, no hay margen para pasar por alto los problemas de malezas y plagas.
Fuente: Revista Chacra