Técnicos del INTA Leales, en Tucumán, desarrollaron una nueva línea de la raza bovina Criollo Argentino: "Criollo Doradillo y Mocho" (CDM), que tiene grandes ventajas y beneficios para la ganadería nacional.
Fernando Holgado, responsable del Banco Activo Bovino Criollo Argentino del INTA Leales, explicó que la nueva línea Criolla Doradilla y Mocha (CDM) conserva todas las virtudes de la raza y presenta mejoras. Sobre el desarrollo de una línea mocha, el especialista argumentó que "el cuerno, en la mayoría de los ambientes, representa un riesgo para el personal, genera golpes y deterioro en las reses, además de producir importantes pérdidas económicas, y no guarda relación con la productividad del ganado".
El investigador asegura que se generó un cambio en la imagen de la raza, preservando todas las cualidades que la distinguen, y destacando la rusticidad, fertilidad, el tamaño, la precocidad sexual, la aptitud lechera moderada, la menor tasa de engrasamiento y mansedumbre, lo que lo hacen ideal para una ganadería extensiva con campos difíciles.
Holgado sostuvo que la nueva línea le permite al productor capitalizar las cualidades del bovino criollo, al tiempo que se la implementa en diversos programas de cruzamientos, aprovechando sus virtudes del vigor híbrido para generar descendencia uniforme y mayor valor comercial.
Para él, la ganadería del futuro hará un gran uso de cruzamientos de razas, y por eso creen que el ganado Criollo Doradillo y Mocho "tiene mucho para aportar".
Una raza, numerosas ventajas
Descendiente de los animales introducidos por los españoles a partir del segundo viaje de Colón en 1493, la raza bovina Criollo Argentino se caracteriza por presentar una gran variedad de colores de capas y grandes cuernos, aunque también existen animales mochos. Por esta marcada variabilidad fenotípica, se la suele confundir con animales mestizos.
Entre sus características, se destaca su moderado tamaño adulto que alcanza los 430 kilogramos para las vacas y los 650 en los toros con una condición corporal 3. Por su parte, la aptitud lechera de la vaca es moderada y permite criar bien a su ternero (170 kg a los 7 meses). Este dato demuestra los bajos requerimientos de mantenimiento y producción de los vientres, lo que lo hace apto para los ambientes de receptividades más bajas.
De acuerdo con el investigador, la raza puede ser utilizada en todas partes del país de distintas formas. "En el NOA, el 50 % del ambiente es montañoso cuyas condiciones varían según las altitudes. A pesar de tratarse de uno de los lugares más complejos para desarrollar la ganadería, Criollo es la mejor alternativa por su rusticidad y demás bondades".
Para las condiciones de la Llanura Chaqueña, esta raza resulta competitiva al igual que otras tantas. A su vez, Criollo ingresó a los establecimientos ganaderos de la provincia de Buenos Aires en servicios de vaquillona que se hacen tempranos -a los 15 meses-, debido a su enorme facilidad de parto.
Fuente: Revista Chacra