“La idea fue hacer un refuerzo del concepto sobre una de las enfermedades que más afecta hoy por hoy a la producción porcina y que gracias a las vacunas inventadas por laboratorios nacionales dejó de ser un gran problema”, inició el diálogo el Profesional.
A modo general, expuso que en un primer momento, la enfermedad se diagnosticó en distintas partes del mundo y en argentina aparecieron los primeros casos en 2003. Inclusive, la primera descripción fue en una granja cercana entre Isla Verde y Monte Maíz, en donde el Doctor la siguió de muy cerca.
“Cuando empezaron a surgir las vacunas se dio un fenómeno extraño: el laboratorio hizo el primer diagnóstico, reconoció el virus y lo patentó, luego ese mismo lo vendió para que otro saque la primera vacuna, entrando al país las primeras en 2005. En la segunda, tuvimos una gran participación en cuanto al desarrollo, porque se tuvo que presentar un trabajo en el Senasa, de una granja que yo atiendo en Monte Maíz”, destacó.
Sobre las cuestiones técnicas del virus, Fernando expuso que el mismo es rebelde, tiene pautas que hacen que se mantenga de manera permanente y “es muy complicado”. Así mismo, dijo que con las vacunas la enfermedad desaparece pero aflora la cuestión en el rodeo, de la presentación subclínica de las mismas.
“El circovirus lo estamos viendo asociado a neumonía exótica, también a pasteurelas responsables de neumonías y estreptococosis. La parte subclínica es difícil de evaluar y hay que medirlos con muchas certezas”, sentenció el Veterinario.
Finalmente, Cane adujo que la charla fue “muy importante”, ya que se convocó a una gran cantidad de gente y asistieron muchas personas; entre ellos muchos productores del sector cordobés y santafesino, encontrando una muy buena respuesta.
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