Somos Campo conversó con el Ingeniero Agrónomo de Chañar Ladeado Leandro Pierella sobre el reinicio de la Cosecha Gruesa 2017. El profesional explicó minuciosamente como se viene desarrollando cada trabajo y analizó en forma comparativa las diferencias y similitudes a la campaña del año anterior.
Luego del angustiante parate obligatorio que las lluvias le propinaron a la cosecha, los productores comenzaron a levantarla como se puede. Leandro, Ingeniero que asesora a productores pero además trabaja su propio campo, nos brindó información sobre los diferentes momentos que va teniendo la actual campaña.
“El año pasado no fue tan largo el temporal, ya que duro del 1 de abril al 20, el sol casi no salió en ese lapso, hubo llovizna y no cayeron tantos milímetros. Este año fueron varias lluvias en las cuales tuvimos algo de sol pero con más de 200 mm en el mes de abril, eso volvió a poner las cosas complicadas; suba de napas, cortes de calles y los lotes inundados”, explicó el Ingeniero Agrónomo.
Así mismo, remarcó que los productores sufren dos clases de inundaciones: los lotes que se inundan porque el agua escurre de otros y recaen en sus bajos y lotes altos que resultaron anegados por el ascenso de la napa, terminando tal vez más inundados que en los bajos, por el ascenso de napa, que sube en lugares distintos.
El especialista se refirió específicamente a la situación en la soja: “Se fueron retomando las tareas de cosecha y se lo está haciendo con los problemas parecidos al año pasado; maquinas en el barro, camiones cargando en lugares alejados, algunos lotes no se puede llegar entonces hay que embolsar y dejar el cereal allí o problemas de napas en las plantas de acopio, que les sube el agua a la noria. Diversidad de problemas que también teníamos el año pasado con la salvedad de que no se complicó tanto la calidad del grano”.
En cuanto al Maíz, Pierella señaló que la situación es peor que el año pasado, un poco debido al ascenso de la napa y otros factores como el problema de “anclaje en las plantas”, hay plantas enteras que se encuentran caídas, principalmente en lotes donde se laboreó la tierra más que en la parte hecha en siembra directa.
“Esto causa muchos problemas para cosechar porque las plantas al estar en el suelo el cabezal maicero no las puede levantar o las arrastra y en lugar de sacarle la espiga sola, la maquina se traga la planta entera, incluso con la raíz llena de barro, con todo los problemas que le produce a las cosechadoras “tragar” esa mezcla”, señaló.
A su vez, Leandro comentó que en la zona donde hay “problemas de napas”, los rindes están por debajo de lo que se esperaba. Esto se cree que produce porque la planta tuvo que convivir gran parte del ciclo con la napa.
“Otro detalle que vale la pena mencionar es que hay una gran diversidad de situaciones, en poca distancia encontramos en una situación óptima y en algún lote cerca otra que es un desastre, nos ha pasado que trabajamos en un campo son piso bárbaro, camino para salir, trabajando normal el camión sale bien y a menos de 1 km enfrente hay un campo cortado por un charco que no se puede acceder por el mismo camino y un problema de napa terrible”, analizó.
Finalmente, el Ingeniero consideró que si bien calcula que resta menos de la mitad de la cosecha por juntarse, destacó que tal vez a algún productor le tocó atravesar las dos circunstancias mencionadas, pero puede que haya otro que no. Esto hace que algunos hayan podido avanzar hasta terminar y a otros seguramente todavía les queda mucho trabajo.
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