Finalizando la siembra de maíz en la región, dialogamos nuevamente con el Ingeniero Ezequiel Primón para que nos brinde la mayor información y los resultados finales. Además, explicó minuciosamente las particularidades que arrojó haber laboreado la tierra previamente, algo que sucedió en la gran mayoría de los campos.
La zona está finalizando una nueva campaña de sembrado de maíz y Somos Campo consultó al Ingeniero Primón, quien trabaja para Agricultores Federados Argentinos, haciendo un amplio control en los lotes de nuestra franja de influencia.
“El cultivo se encuentra en un estado Gral. de muy bueno a excelente, los maíces están de dos tres hojas verdaderas hasta ocho o nueve. Además el nivel tecnológico aplicado en el sembrado fue de un promedio general alto”, explicó el Profesional.
Sumado a esto, expresó que en este momento se está llevando a cabo la re fertilización nitrogenada, mediante chorreado liquido o con urea sólida, ya sea voleada como incorporada a la tierra.
Con respecto a la forma en que trabajaron los productores analizó: “Se están buscando rendimientos altos, seguramente los va a haber porque los maíces tuvieron una emergencia muy buena, con un gran el desarrollo e importantes cuidados de malezas, son híbridos que tienen tecnología contra insectos”.
El Ingeniero comentó acerca de la superficie sembrada, que el maíz de 1era, prácticamente se culminó. En tanto, con el de 2da, consideró que probablemente surja algún lote, pero no será la misma cantidad de hectáreas que se sembraron el año pasado.
Finalmente, el profesional disparó la cifra estimativa: “El porcentaje sembrado de esta oleaginosa con respecto al año pasado se enmarca entre un 45% y un 55% mayor que el año pasado”.
El resurgir de la Labranza
Como pudimos apreciar en muchísimos lotes de toda la región, este año se vieron diversas labores de cincel, disco, etc, incluso mucho más que los años anteriores. Ezequiel Primón se refirió a los motivos, pero también a los beneficios y dificultados que se presentan a raíz de esto.
“Los motivos son varios, inicialmente la cantidad de cultivos que se trillaron, tanto maíz como soja en esta campaña con condiciones de barro y agua, lo cual generó una gran cantidad de huellas”, puntualizó el técnico.
Otro de los motivos que generó esta re utilización de la labranza es el tema malezas. Según explicó, el productor se encontró con las malas hierbas difíciles de combatir y analizando números de aplicaciones, con resultados inciertos, optó por “disquear” los lotes.
“Muchos lotes de desmalezaron de esa manera por haber estado anegados durante el invierno. Además hubo mucho viento y al tener cultivos (como Trigo) cercanos en los cuales si se aplicaba iba a traer consecuencias negativas”, subrayó.
Analizando las acciones, Primón explicó que los lotes que se “laborean” pierden la cobertura de materia orgánica que se logró durante los años de siembra directa y rotación con gramíneas tanto trigo como maíz. Se pierde el colchón de cobertura de directa, se va descomponiendo de a poco y permite que el agua de lluvia infiltre con más capacidad que con tierra trabajada.
“Otra de las cuestiones negativas del laboreo es por ejemplo la humedad para sembrar, dura 5 o 6 días después de las lluvias y después desaparece, en cambio en un lote de directa persiste con mejor cobertura durante más tiempo”, remarcó.
Como último aspecto dificultoso, el Ingeniero manifestó que al “disquear” el lote hay muchas malezas que uno no tiene en cuenta y se despiertan, ya que un disco desentierra semillas de 10 o 12 cm profundidad, que cuando agarran buena luz y humedad nacen, entonces se ven beneficiadas.
Finalmente, remarcó Lo positivo de los trabajos, ya que” era imposible sembrar esos lotes” con la cantidad de huellas que había y los enmalezados iban a tener pulverizaciones inciertas, con una inversión importante.
