Como ya hemos compartido en otra oportunidad, la familia Dezotti de la localidad de Arteaga, se ganó un reconocimiento importante en el sector porcino desde hace años, no sólo en la región sino también en el país.
Como cada Fiesta del porcino desde hace más de 30 años, Don Artemio llega temprano, se acomoda en el rincón de la derecha de la tribuna que está más cercana al ingres, a la izquierda de la tarima donde al día siguiente, el rematador venderá sus reproductores, que en la mayoría de las ocasiones, obtienen premios importantes.
Con la libreta de control que le han dado al llegar, anota cada decisión del jurado, siguiendo muy prolijamente animal por animal. Sonríe y celebra con sus hijos y nietos, esta última edición, fue una de las que mayores galardones se lleva para sus cabañas, “Santa Teresa” y “San Antonio”.
Al finalizar el trabajo del jurado, nos acercamos a conversar en ese mismo lugar del cual no se movió en toda la mañana, tomando mates y siguiendo de cerca el paso a paso de la clasificación
“Yo vivo para los cerdos, lamentablemente hoy en día me cuesta caminar. He llegado a hacer 14 primeros premios, 9 campeones y la primer segunda vez que vine, en el año 56´, hice el gran campeón mejor reproductor porcino Duroc Jersey, me dieron de premio 40 bolsas de pre iniciador purina; Hoy para igualarlo tendrían que dar un cheque grande”, comenta Artemio, entre anhelo y un toque de humor.
Continuando con las evocaciones a tiempos pasados, cuenta que en la cooperativa de Chañar Ladeado se realizaba un censo, el cuál arrojaba que el 95% de las chacras tenían cerdos. En relación a la situación actual, lamenta que ahora no cree que existan 15 y sostiene que es muy difícil conseguir empleados para que atiendan a los animales.
Sobre la vida cotidiana, Don Artemio exrpresa que “lamentablemente” tienen demasiadas cosas para atender, como las maquinas en las que trabaja su hijo Walter y lamenta que tenga que ausentarse mucho tiempo en época de cosecha, para obtener un ingreso más.
“Somos una familia grande, vivimos bien, pero por más plata que entre no sobra, pero seguimos con los cerdos que es una buena entrada. Por tener muchos años de cabaña, vendemos chanchos en todo el país, cosa que no podemos dejar, por el apellido”, finaliza con emoción.
Artemio Dezotti es de esas personas entrañables, que cuando llegan a un lugar, cada conocido que lo ve se contenta y va a saludarlo; por el carisma y el entusiasmo que mantiene a través de los años hacia su pasión que es el cerdo. Sin dudas, éstos son los frutos que recoje de su cosecha durante tantos años.
Una Exposición Record
La 44ª Fiesta Nacional y Provincial del Porcino, sin dudas que será recordada por siempre en la memoria de los Dezotti. Fue una de las mejores para esta familia quienes obtuvieron los mayores galardones de la exposición.
Junto al diálogo con su padre Artemio, Jorge nos narra sus sensaciones sobre los resultados y sobre la situación actual que vive el sector. Él junto a tu hermano mellizo Walter, mantienen adelante esta tradición familiar.
“Estoy muy feliz porque hemos logrado muy buenos premios, Campeón Duroc Campeona Duroc, campeón Yorshire, Reservado Yorshire y con el campeón Yorshire sacamos el mejor reproductor de la muestra 2016”, explica el productor.
Al mismo tiempo, resalta que con su padre y su hermano hace más de 30 años que se presentan en Chañar y han logrado buenos premios, pero creen que nunca tanto como en esta ocasión y remarca que alcanzaron una “muy buena cosecha”.
Por otra parte, Jorge opina sobre la actualidad del sector: “Yo creo que se está reacomodando todo, ha bajado el maíz que es el insumo básico de la alimentación de los cerdos, se han acomodado los costos y esta yendo para arriba el mercado, están faltando gordos creo que es porque se ha nivelado un poco las entradas de distintos países”, remarcó.
Sumado a esto, consideró que están “empujando” desde Buenos Aires al interior del país con 50 centavos hasta un 1 peso, llegando a $24 o $25 pesos el gordo, que es un muy buen numero y confía en que siga adelante para seguir teniendo este “viento de cola”.
Por último y afectuosamente al lado de su padre, el “Melli” remarca con emoción: “La actividad está impregnada en las venas y la familia Dezotti va a seguir con cerdos toda una vida”.