Los datos del primer semestre de este año confirman que la caída en las ventas de maquinaria agrícola se detuvo, pero los empresarios del sector fierrero advierten que la recuperación fue menor a la esperada en el mercado interno, por las pérdidas que generaron las inundaciones en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, e insisten en que enfrentan problemas de competitividad para exportar.
Según los datos del Ministerio de Agroindustria, las ventas de tractores y cosechadoras se incrementaron entre un 13% y un 15% en los primeros 6 meses de 2016, en comparación con el 2015, uno de los peores años en la historia reciente de las fábricas de maquinaria agrícola.
“El sector ha experimentado una mejoría en sus ventas, lo que provoca una mirada optimista hacia el futuro”, destacó Néstor Roulet, secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria. De acuerdo a un informe que publica el Indec, la facturación por venta de maquinaria creció 3% en dólares en el primer semestre, en comparación con la misma etapa del año pasado.
El rubro que más se recuperó fue el de las sembradoras, especialmente las de granos finos, cuyas ventas venían paralizadas por la caída en la siembra de trigo durante las últimas campañas. En el primer semestre se comercializaron 646 de estos equipos contra 445 que se habían comprado en la misma etapa de 2015. Es un 45% más.
A pesar del repunte, los fabricantes de maquinaria están preocupados. “En los primeros meses del año se pensaba que la mejora iba a ser rápida y había grandes expectativas, como lo vimos en Expoagro donde muchos productores y contratistas se acercaron a ver maquinaria y a solicitar presupuestos. Pero luego el factor climático en Córdoba y Santa Fe, que fueron las provincias más afectadas por las inundaciones, frenó este impulso que había en el sector comprador”, explicó Marcelo Valfiorani, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
La entidad estima que las ventas, en promedio, mejoraron entre un 10% y un 15%. Pero la comparación se hace contra un año muy malo (el 2015) y por eso aseguran que cuentan con capacidad instalada y recursos humanos para producir mucho más.
“Hay que tener en cuenta que durante todo este período de crisis las empresas mantuvieron su plantel y están con capacidad ociosa: la mano de obra se mantuvo intacta de la época de altas ventas, como el 2011, para cuidar a la gente que tanto esfuerzo llevó profesionalizar”, explicaron desde Cafma.
En el mercado externo también hay nubarrones. Los empresarios alertan que la industria argentina perdió competitividad por el costo de los insumos, la mano de obra y las dificultades logísticas, entre otros factores. Por estas razones, en el 2015 se exportó solo un 25% de lo que se había vendido al exterior en 2011, según Cafma.
“Mientras se va mejorando la competitividad del país, estamos solicitando que se estudie la opción de contar con herramientas financieras en el exterior”, contó Valfiorani. El pedido ya se ingresó formalmente ante el Ministerio de Agroindustria.
Fuente: Clarín Rural